En el Camino al Corazón, necesitamos establecer nuestros tiempos de oración, por eso nos proponemos un tiempo fuerte por día, la oración personal; un tiempo fuerte por semana: el Grupo de Oración; un tiempo fuerte por mes: el Desierto; y un tiempo fuerte por año: el Retiro.
El desierto mensual nos invita a detenernos y a silenciarnos para un encuentro más profundo con nosotros mismos y con el Señor que nos habita. Nos gusta llamarlo, “día de desierto”.
Te seduciré, te llevaré al desierto, y te hablaré al corazón (Cf. Os 2,14)
En la quietud del silencio nos preguntamos acerca de cómo estamos, y nos animamos a responder cobijados en la mirada amorosa y apacible de nuestro Dios.
En el desierto, encontramos el oasis que calma y sacia nuestra sed. Entregados a la oración contemplativa reparamos fuerzas y encontramos el consuelo y la sanación de quien no cesa de invitarnos a ir a su encuentro: “Vengan a mí y encontrarán consuelo” (Cf. Mt 11,28) …y todo lo que necesitamos para vivir lo que estamos viviendo.
Los Desiertos se realizan mensualmente en las diferentes sedes. Ver Sedes CESM»