En Luján, a los pies de María, se realizó el XXVI GEDEC, el Gran Encuentro de Catequistas, del 10 al 13 de febrero, 2018. Más de 250 catequistas, agentes de pastoral, padres de familia, y acompañantes espirituales -venidos de distintos puntos del país- se reunieron en el retiro de cuatro días, coordinado por Inés Ordoñez de Lanús, bajo el lema «Despertándonos». Este año, por primera vez participaron adolescentes y jóvenes a partir de 13 años.
El viernes por la tarde fueron llegando los primeros participantes a la Villa Marista. El sábado temprano llegó la mayoría. Muchos venían desde lejos, Santiago del Estero, Salta, Formosa, Corrientes, Misiones, Entre Ríos, y otros de más cerca. Algunos por primera vez, y otros recordando haber participado más de 5, 10 y ¡hasta 20 veces del Gran Encuentro! Allí a pocos metros de la Basílica de Luján y bajo la protección de María, todos ellos, catequistas y agentes de pastoral, adultos y jóvenes se congregaban para participar del XXVI GEDEC.
A lo largo de los cuatro días del retiro -coordinado por Inés Ordoñez de Lanús-, vivieron momentos fuertes de silencio y oración, celebraciones, compartidas en grupos más pequeños, y una gran experiencia de comunidad: tantas personas de diferentes partes, y trabajando en realidades tan distintas, reconociéndose hermanos y parte de una misma Iglesia. Y se manifestó también la sobreabundancia de la gracia…¡tantos corazones transformados!
El broche de oro: el último día, todos juntos partieron en peregrinación a la Basílica, donde se celebró la Misa de cierre.
En esta edición, adolescentes y jóvenes también fueron invitados a participar del GEDEC, respondiendo al anhelo de transmitir el carisma del SEA a las nuevas generaciones, y permitiendo que lo conozcan y crezcan en él. Cerca de 20 chicos de entre 13 y 19 años participaron del Gran Encuentro.
Como cada mes de febrero, el GEDEC marcó el inicio del año, y al mismo tiempo inauguró el sendero por el que transitarlo. “¡Es tiempo de despertar!”, fue la propuesta del XXVI GEDEC invitando a dar un paso más en el Camino al Corazón, y recorrer la segunda etapa, “Despertándonos”. Despiertos a la vida en todas sus dimensiones, a nuestra decisión de amar, a los hermanos y la experiencia de fraternidad y comunidad, y a Dios vivo en nosotros y entre nosotros.
Agradecemos al maravilloso equipo de acompañantes y voluntarios por su entrega y servicio. Un agradecimiento especial a las empresas y personas de la Comunidad que generosamente nos apoyaron a través de la campaña de Becas, y a la institución alemana Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS), por acompañarnos una vez más con su apoyo económico. ¡Todos ellos hicieron posible la realización del GEDEC!