1. Home
  2. /
  3. Acompañamiento
  4. /
  5. Acompañamiento en duelo
Acompañamiento en duelo

Del dolor a la aceptación

El dolor hace su aparición repentina en nuestra vida. Nos duele la muerte tan cercana. Nos duele lo que nos está pasando.

Mientras no aceptamos el dolor, éste se yergue como una piedra enorme que obstaculiza el camino, como un dique que frena el fluir de las aguas. Algo queda detenido, y nuestra vida lentamente se va paralizando: algo empieza a morir, aunque permanezcamos vivos.

Para poder aceptar el dolor, necesitamos que éste sea atravesado. “Este niño será signo de contradicción, y a ti misma una espada te atravesará el corazón” (Lc 2 34-35).

El dolor atravesado nos hiere y, sin embargo, nos abre una puerta, nos libera de quedarnos encerrados y atrapados en el sufrimiento que nos provoca.

Cuando el dolor hace su aparición en la vida y decidimos aceptarlo, recorremos un proceso de duelo, con etapas muy marcadas que expresan los diferentes momentos que atraviesa nuestro corazón humano para integrar y asumir lo que duele.

Son momentos muy sagrados, que nos conducen a transitar el dolor de la muerte y a encontrarnos, de una manera nueva, con la vida que sigue su curso hacia la plenitud.

Podemos atravesar juntos el duelo, acompañándonos y sosteniéndonos mutuamente.

Acompañarnos unos a otros

Los Grupos de Ayuda Mutua son espacios de encuentro entre personas que padecen una situación de dolor. Cada grupo está coordinado por Acompañantes Espirituales que han pasado por la misma situación, siendo testimonios vivos de la resurrección prometida.

El objetivo del grupo es que las personas puedan ponerse de pie y abrazar la vida, poniendo la confianza en Dios.

Cada grupo es conformado por no más de 15 personas, y se reúne semanal o quincenalmente (depende del grupo), durante dos años aproximadamente.

Si estás atravesando una situación de dolor, te invitamos a participar de estos grupos.

Grupos de ayuda mutua

Padres que perdieron hijos

Como testigos vivos de la resurrección y la paz prometida, ofrecemos un espacio para compartir nuestra vida y nuestro dolor, para caminar juntos, paso a paso y con esperanza.

Personas viudas

El encuentro con personas que viven la misma situación nos alimenta unos a otros, nos confronta y ayuda a drenar nuestras heridas.

Hijos que perdieron hermanos

Muchas veces guardamos lo que sentimos, para proteger a nuestros padres. Pero el dolor se va «colando» en nuestra vida, no importa cuán grandes seamos. los grupos son un espacio donde podemos permitirnos ser protagonistas de ese duelo, dejándonos abrazar por Jesús.

Del dolor a la esperanza

Solicitar acompañamiento en duelo

1 + 13 =